La preocupación surgió de inmediato: ¿Que garantía existe de que no suceda? La respuesta es simple, pues en realidad el gato es virtual y sólo implica una persuasión inocente a visitar el BLOG y que el amable lector imprima una opinión. Sin embargo no puedo dejar pasar la ocasión del deleitante placer que puede causar un plausible dolor por la muerte de un minino. Como bien lo expresa el catalán Albert Plá en su canción “sufre como yo”:
Yo te deseo la muerte
donde tú estés
y aprenderé a rezar para lograrlo
yo quiero que tú sufras
lo que yo sufro
y aprenderé a rezar
para lograrlo
donde tú estés
y aprenderé a rezar para lograrlo
yo quiero que tú sufras
lo que yo sufro
y aprenderé a rezar
para lograrlo
Uno puede recrear dolor, sentirlo y sufrirlo, y tener la capacidad de detenerlo en seco, borrarlo y volver a la normalidad sin consecuencias, es el reto.
El minino no morirá, porque no es su destino. No obstante, habrá cumplido su cometido si alguno de los destinatarios se asoma por este humilde BLOG, que poco a poco se va construyendo.
El minino no morirá, porque no es su destino. No obstante, habrá cumplido su cometido si alguno de los destinatarios se asoma por este humilde BLOG, que poco a poco se va construyendo.
Termino con otra sección de la canción de Plá:
Yo quiero que te asomes
a cada hora
como un preso asomado
por tu ventana
y que te sean las piedras de la calle
el único paisaje de tus ojos.
a cada hora
como un preso asomado
por tu ventana
y que te sean las piedras de la calle
el único paisaje de tus ojos.
Enlace a la página de Albert Plá:
www.albertpla.com
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