Children from Havana

Children from Havana o la Operación Pedro Pan, fue un programa financiado por el gobierno de los Estados Unidos y dirigido por la CIA en los comienzos de los años 60’s del siglo pasado, y su objetivo principal era el de llevar niños de Cuba hacia ese país. Fidel Castro recién llegaba al poder y la Guerra Fría estaba en su apogeo. A principios de 1960 se comenzó a correr el rumor de que Fidel Castro le quitaría los hijos a sus ciudadanos, por lo cual, los desesperados padres decidieron enviar a un destino incierto a sus hijos con las consecuencias psicológicas lógicas del trauma de la brutal separación. Entre 1960 y 1962 cerca de 14 mil niños fueron sacados de la isla por sus padres, principalmente de las clases de élite y de clase media. En el recién estrenado documental de la CNBC denominado “Escape from Havana: an american history” (James Jacoby, 2010) se detalla esta historia de manera anecdótica y con los matices ideológicos bastante claros de los productores. En este trabajo se menciona reiteradamente “el escape de 14 mil niños del comunismo y de la dictadura”. Ciertamente a los niños nunca se les preguntó si querían ser separados de sus padres. Durante la narración se señala que los padres se vieron ante la terrible decisión de “dejar crecer a sus hijos en la opresión de la Cuba de Castro, o dejarlos libres en la tierra de la libertad, sin saber si algún día se volverían a encontrar”. En suma, estos niños fueron víctimas de las decisiones e intereses políticos de gobiernos en pugna por repartirse el mundo en esas circunstancias históricas.
De los personajes entrevistados en el documental, se puede apreciar que la experiencia general es de dolor, del recuerdo de una tierra que nunca fue suya, pero lo fue en la medida en que se les lleno de recuerdos ajenos y de odio contra un enemigo que en la mayoría de los casos era abstracto. Su vida se hizo a la fuerza en una cultura e idioma extraños. Sin embargo, la idea de pertenencia a ese lugar nunca permeó en sus mentes de manera total.


Con el tiempo, muchos más salieron, muchos han salido, en la búsqueda de lo que en su profunda psique denominan libertad. Muchos la han encontrado. No en los elementos materiales que les presentaba el capitalismo, sino mirándose hacia adentro, en los sentimientos más profundos y nobles del ser humano. Esa libertad no depende del país o de la tierra donde se vive, sino de la actitud hacia la vida y la felicidad que ésta pueda ofrecer. Muchos no la han encontrado sin embargo. Más aún, dolorosamente se dan cuenta que siempre serán prisioneros de su propia infelicidad. Llenos de rencores y odios van por el mundo de país en país, tratando de recrear lo que llaman su tierra, lo perdido dicen. Pero la libertad, sea cual ésta sea, nunca estará a su alcance, porque ellos mismos se la han negado.